Debido a un hecho reciente ocurrido en el parque infantil M. García Moreno, donde una niña se ha fracturado la tibia y el peroné cuando disfrutaba del tobogán, nos vemos obligados a comentar las importantes carencias relacionadas con los parques públicos de los que consta nuestro pueblo.
Cuando hablamos de seguridad en los parques infantiles públicos, todo esfuerzo por mejorarlos resulta más que importante, si no imprescindible. Son zonas donde muchos niñ@s pasan sus tardes jugando con sus amigos en la arena, trepando por los toboganes o columpiándose. Al ser éstas zonas públicas, el mantenimiento de las mismas recae en el ayuntamiento y es de obligado cumplimiento -más allá del legal, el ético- velar por la seguridad de sus pequeñ@s usuari@s.
En nuestro pueblo contamos con tres parques públicos, de los cuales el más utilizado es el ubicado frente al colegio, el parque Manuel García Moreno. Aparte de éste, existe un recinto en La Perrera y otro junto al arroyo Cañeque, llamado popularmente "helipuerto". Estos dos últimos recintos apenas cuentan con afluencia debido a una serie de carencias estructurales que los hacen impracticables, especialmente durante la época de estío. El ubicado en La Perrera carece de medidas de seguridad mínimas -como la existencia de un vallado en la carretera tipo "quitamiedos"-, no existe el mantenimiento periódico de los aparatos, la arena no cumple los requisitos mínimos de rellenado, mantenimiento y renovación y la falta de arbolado convierte el parque en un horno solar cuando la canícula aprieta en verano. Asambleas -a través de Izquierda Unida- pidió mediante moción la mejora de este parque en el último pleno municipal, siendo rechazada por el equipo de gobierno del PP argumentando que tenían proyectado un nuevo emplazamiento y criticando abiertamente la reforma del mismo presentada. A su vez, se recogieron y enviaron al ayuntamiento 327 firmas solicitando se aprobara la reforma, siendo todas y cada una de ellas ignoradas por el equipo de gobierno. Transcurridos más de tres meses, seguimos a la espera de conocer el proyecto por parte del mismo. Mientras, los niños de La Perrera siguen sin un parque seguro. En cuanto al "helipuerto", el mayor exponente de la falta de criterio en el gasto público, se encuentra prácticamente vacío la mayor parte del tiempo. El "parque" solo cuenta con unos aparatos y poco más. La presencia a menudo de cristales rotos en la arena, colillas de cigarrilos, inexistencia de pantallas vegetales y un acceso más que complicado para familias con niños pequeños y carritos ha hecho que las familias desistan de poder utilizarlo.
El parque Manuel García Moreno es en la actualidad el más frecuentado por las familias. Éste parque, proyectado y realizado por el anterior gobierno del PSOE e inaugurado por el partido PP pocos días antes de las pasadas elecciones es un claro ejemplo de la falta de conocimientos en materia urbanística, de seguridad y mantenimiento de los espacios públicos municipales. Son muchos los comentarios que podemos hacer sobre este recinto y no pocas las fallas graves de seguridad que podemos apreciar a simple vista. Repasemos una a una las fallas de diseño, mantenimiento y/o seguridad:
- Diseño:
Las especies de árboles elegidas, entre tantas, han sido el olivo y la catalpa, plantadas a escasos metros una de otra. El olivo no es un árbol que se recomiende para espacios públicos con concurrencia de gente, debida a la alta concentración de polen que liberan en primavera, resultando perjudiciales a las personas alérgicas que se encuentren en sus cercanías. A esto hay que sumarle que a escasos tres metros han plantado catalpas tipo bola, árboles que si bien dan una preciosa sombra, una vez que crezcan cubrirán con la misma a los olivos, imposibilitando su óptimo desarrollo al ser éstos últimos árboles amantes del sol.
Se diseñó un forma cuadrada aneja a la avda. de la Cebada donde se ha colocado una farola gigantesca para iluminar no se sabe muy bien qué y que, aparte de incurrir en un gasto energético inútil, colabora a la emisión de más CO2 a la atmósfera e incrementa la ya excesiva contaminación lumínica de nuestro pueblo. Aparte de ello, este sitio se rellenó con grava, la cual no aporta otro uso que provocar las caídas de los niños y adultos que pretenden patinar por los senderos de cemento, la constante "guerrilla" de piedras entre los niños y la doble carga de trabajo para los empleados municipales que se ven obligados a recolocar las piedras casi a diario en su sitio.
Se plantaron gran cantidad de arbustos y se instaló riego por goteo, el cual dejó de funcionar misteriosamente, con la consecuente muerte de la mayoría de los arbustos plantados. A ésto hay que sumarle el empecinamiento del ayto. en fumigar el parque con herbicida total tipo Round Up, cuyo compomente básico es el glifosato, y que ha fulminado todo lo que ha entrado en contacto con él. (Sobre este tema escribiremos en breve).
No existe fuente de agua en el parque, por lo que los niños se ven obligados a cruzar la calle e ir hasta la fuente que está ubicada en el paseo de la carretera.
- Mantenimiento:
El film plástico antihierbas del arenero asoma por muchos lados, entrañando un peligro de asfixia por parte de menores que pudieran tragarse partes de él. Asimismo, implica un peligro añadido de caídas.
La arena no se mantiene. El arenero debe ser rellenado, filtrado y renovado cada un tiempo especificado.
Las plantas no se riegan.
Los parterres están totalmente abandonados.
Algunas papeleras han sufrido actos vandálicos y presentan aristas peligrosas para las personas.
- Seguridad
No está indicado en ningún sitio la edad de los niños que pueden utilizar los juegos, dónde se debe acudir o a qué número hay que llamar en caso de detectarse desperfectos en la zona.
No se puede fumigar bajo ningún concepto zonas públicas con afluencia de personas.
Vistas las carencias que presentan nuestros espacios públicos, nos preguntamos si el equipo de gobierno es capaz de velar por la seguridad de nuestr@s hij@s, ya que en reiteradas ocasiones muchos vecin@s han acudido en relación al estado deplorable de nuestros parques sin, hasta el momento, encontrar respuestas.
Recordemos que estos espacios son de todos y todas y han sido pagados con nuestro dinero y es nuestro deber como ciudadan@s hacer un buen uso de ellos, y reportar cualquier desperfecto que observemos a las autoridades locales.
Recordemos que estos espacios son de todos y todas y han sido pagados con nuestro dinero y es nuestro deber como ciudadan@s hacer un buen uso de ellos, y reportar cualquier desperfecto que observemos a las autoridades locales.
A continuación, os dejamos la Ley UNE-EN 1176 y 1177 que regula cómo han de ser las inspecciones de los parques infantiles.
a) Inspección ocular de rutina: se realizará con una frecuencia entre una o dos semanas, para detectar las deficiencias producidas por la utilización del juego, condiciones meteorológicas del entorno y actos vandálicos.
b) Inspección funcional: para determinar el funcionamiento y estabilidad de los equipos. Ésta se realizará con una frecuencia de entre 1 a 3 meses.
c) Inspección principal anual: se realizará una vez al año y está encaminada a comprobar la seguridad global de los equipos, cimentación, superficie, pudiendo ser necesario incluso la excavación o desmontaje de las partes ocultas empotradas.
El decálogo de un parque infantil "10"
Este decálogo ha sido propuesto por la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos, la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos, la Confederación Católica de Padres de Alumnos, CC.OO, Federación Española de Municipios y Provincias, Asociación de Madres y Padres de la Plaza del 2 de Mayo, Save the Children, U.G.T. y UNICEF.
1. Situación: debe estar a más de 30 metros del tráfico rodado y su perímetro estará vallado con medios naturales (setos, arbustos) o artificiales (muros, vallas) para que los niños no accedan a la calzada con facilidad. O lo que es mejor, instalando las zonas de juegos en lugares alejados del tráfico.
2. Materiales: columpios, balancines, toboganes y otras estructuras serán fabricados con materiales no tóxicos ni conductores de electricidad, que no desprendan astillas ni restos que puedan causar daños. Serán seguros y resistentes, con sujeciones firmes y estables. Se sustituirán elementos metálicos por maderas tratadas y plásticos. Se evitarán salientes y aristas en su estructura, especialmente en los puntos de unión y soldaduras.
3. Abierto a todos: los parques serán creados para el disfrute de todo tipo de visitantes, por lo que su diseño habrá de adaptarse a usuarios con dificultades de movilidad. Evítense escalones, bordillos, pavimentos inapropiados para sillas de ruedas o estructuras sin propuestas de juego adecuadas a estos niños con necesidades especiales. Además, las inquietudes y necesidades varían según la edad del usuario: la altura de cada tipo de juego, por ejemplo, debe tener en cuenta la edad de los niños.
4. Superficie: se sustituirán las superficies duras, como hormigón o piedra, por pavimentos que amortiguan golpes y caídas (caucho y materiales sintéticos). Si son de arena (un material aceptable), requieren un constante rellenado, mantenimiento y renovación.
5. Guardar las distancias: cada aparato o estructura de juego contará con una zona de seguridad que evite choques entre usuarios de juegos próximos.
6. Conservación y limpieza: los parques infantiles deben mantenerse en las mejores condiciones de uso posible. A ello contribuyen decisivamente los materiales de alta calidad utilizados en su construcción que aportan gran resistencia frente al vandalismo y la climatología adversa. Asimismo, se advertirá e impedirá la entrada de animales.
7. Mantenimiento: se realizarán inspecciones periódicas para garantizar el correcto mantenimiento de los juegos y del propio área lúdica. Es necesaria la inmediata reparación o retirada de equipos que generen riesgos. Una inspección con la periodicidad adecuada es la mejor medida de prevención.
8. Adultos responsables: para que los niños disfruten del juego en un parque infantil y lo hagan con el menor riesgo posible, no sólo cuentan la calidad y el estado de conservación de los aparatos de juego y la zona donde se hallan ubicados; también es fundamental la educación que esos niños reciben de sus padres, que conozcan los riesgos existentes. Los parques no deben olvidar a las personas mayores, incluyendo entre su mobiliario áreas de descanso, bancos para sentarse, zonas de sombra, fuentes, papeleras, etc.
9. Señalización: se indicará correctamente la edad de los niños que pueden utilizar los juegos, dónde se debe acudir o a qué número hay que llamar en caso de detectarse desperfectos en la zona o situaciones de peligro. Asimismo, se indicará la ubicación de los centros sanitarios más cercanos.
10. Diseño y colorido: los juegos con colores y formas atractivas fomentan la actividad y promueven el entretenimiento y el desarrollo de las capacidades de los niños. Es una zona lúdica, debe ser atractiva.
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