domingo, 22 de abril de 2012

FT, NYT y WSJ: los tres periódicos más influyentes del mundo dan a Rajoy casi por acabado

Editoriales simultáneos y críticas al presidente por indecisión, por exceso de optimismo, por dar palos de ciego y hasta por ser peor que Zapatero
Mariano RajoyAlfredo R. Mendizabal.- .– En menos de 24 horas, un editorial de The Wall Street Journal, otro de The New York Times y un tercero de Financial Times meten toda la presión sobre Rajoy y siembran más inquietud sobre el inmediato futuro de España. Por primera vez que se recuerde, los tres editoriales prácticamente simultáneos dicen que así no. Que Rajoy va por mal camino. Uno dice que es demasiado optimista, que debe dejarse de pamplinas y que tome ya decisiones para estimular la economía. Otro da casi por hecho que España será el próximo país en necesitar rescate, y aunque achaca la mayor responsabilidad a Merkel, hace notar los errores propios de Rajoy por no fomentar el crecimiento. Y el tercero añade, a las preocupaciones por el déficit y por la falta de crecimiento, 'el estado del sistema bancario' español; le exige a Rajoy que no cometa el error de Irlanda de salvar bancos, que no sean los contribuyentes los que paguen los platos rotos, porque se juega el futuro del país'. Para redondear y darle la puntilla, una alarmante crónica del mismo diario de la City londinense lleva el siguiente título: 'Surgen dudas sobre los dirigentes españoles'.
O sea, que los tres periódicos probablemente más influyentes del mundo coinciden en el diagnóstico: España va muy mal y Rajoy se está equivocando. El FT, sobre todo, culmina con su editorial una serie que en pcoas horas ha dedicado hasta diez artículos a las cuestiones de España. Alguno de ellos favorable, como los éxitos de Mango y Puig. Pero en su visión general hace un análisis parecido al de sus colegas, por otra parte muy extendido en los círculos financieros internacionales: la receta de Bruselas de la austeridad por encima de todo es algo enfermizo que no soluciona nada, porque hace falta movilizar la economía productiva y Rajoy no va en esa dirección.
Otros muchos medios se añaden a esta tensión financiera por España. Destaca también entre ellos un artículo en el número del semanario The Economist de este fin de semana titulado 'Tras el subidón de azúcar', en referencia a la barra libre de dinero barato del BCE los meses pasados. El artículo carga contra los 'pasos equivocados' que han disparado la prima de riesgo, contra 'la torpe gestión' del Presupuesto por parte del Gobierno y contra la política de comunicación. A este respecto, cita cómo se está extendiendo la idea de que 'el ministro de Hacieda, Cristóbal Montoro, y el de Economía, Luis de Guindos, "se contradicen mutuamente todo el rato"'. 
Todo el bombardeo de la prensa internacional subraya machaconamente que en el caso español, la necesidad perentoria de reducir el déficit no debería impedir dar pasos para promover el crecimiento. Al faltar este segundo ingrediente, los inversores no se fían y están castigando duramente a España. A fin de cuentas, como dice el WSJ, lo que premian los mercados es ver que se ponen en marcha medidas para 'la creación de riqueza'. Pero en el bombardeo destacan por la singularidad de su simultaneidad los editoriales del NYT, WSJ y FT, que se completa con la crónica demoledora de Victor Mallet sobre las dudas en la capacidad de Rajoy y su equipo.
Las declaraciones de Rajoy 'no son muy tranquilizadoras'
Los textos más relevantes de estas últimas horas son especialmente llamativos considerados uno a uno. Juntos constituyen una enmienda a la totalidad a Rajoy. Se ha dado bastante difusión al editorial del NYT titulado 'Una sobredosis de dolor', en traducción tan  literal que esconde un poco el sentido de 'penas' que está pasando España. Y es cierto que el primer párrafo del editorial del diario neoyorquino estremece: 'España podría ser la próxima economía europea hundida por la mala gestión de la crisis de la eurozona, dirigida por Alemania. Pero seguro que será así, a menos que la canciller Angela Merkel y sus aliados políticos dentro y fuera de Alemania reconozca que ningún pais puede pagar sus deudas si se asfixia su crecimiento económico'.
Pero este editorial, que en el fondo reitera la tesis de que Alemania se equivoca en su mantra del déficit y la austeridad, es el menos crítico con Rajoy. Horas antes ya había aparecido en la web del WSJ otro editorial titulado 'Pollyana en Madrid'. Con efluvios literarios, es una referencia a la famosa novela del mismo nombre, que sirvió para bautizar en psicología el llamado complejo o principio de Pollyana. En lenguaje llano, con ese nombre se identifica a las personas que suelen verlo todo de color rosa. O más coloquialmente, que ven el vaso medio lleno. Y todo esto cuando 'la preocupación por el futuro económico de España ha pesado esta semana en los mercados mundiales'. El diario financiero sugiere que Rajoy es más optimista de lo que debiera: 'Las afirmaciones de Rajoy de que España no necesitará rescate no son muy tranquilizadoras'.
Irónicamente, de todos los editoriales que le dedicó el WSJ a Zapatero en sus siete años de presidente, y fueron unos cuantos, no hubo una referencia tan clara, cuando era universalmente conocido su 'optimismo patológico'. Y mucho menos durante los ocho años de Aznar con su soniquete de 'España va bien', que entre otras cosas le ayudó a aterrizar en el Consejo del grupo propietario de ese periódico neoyorquino. Y tampoco es que Rajoy sea la alegría de la huerta, y menos estos días por muchas razones. En realidad, lo que el editorial pone de manifiesto es que el presidente del Gobierno puede repetir cuantas veces quiera que no hay problema, que no va a pasar nada malo, pero que no le servirá de nada.
Para el WSJ, que usa su habitual ironía crítica, al escuchar a Rajoy 'uno podría pensar que el país está tomando el sol en el equivalente financiero de Mallorca', como si todo fuera viento en popa. Le llevan a esta reflexión las palabras de Rajoy el miércoles ante el Grupo Parlamentario del PP, cuando dijo que está 'meridianamene claro' que España no necesitará rescate ni será intervenida y que 'todos tenemos problemas'. Son las citas textuales que recoge el WSJ, cuyo editorial parece escrito antes de la nueva intervención del presidente el jueves en Varsovia, donde dijo casi lo mismo que el día anterior, aunque con mayor énfasis.
Es 'más fácil crear una empresa en Colombia que en España'
El periódico alude directamente a los ataques de Sarkozy y Mario Monti, escudándose en el 'contagio español' para ganar puntos ante sus conciudadanos respectivos. Pero en este párrafo literal explica cómo está realmente la situación y cómo Rajoy debería tomar nota y aplicarse el cuento: 'La tambaleante confianza en la solvencia española no se debe a nada que haya podido decir un dirigente extranjero u otro. Rajoy podría sacar provecho si estudia la lección que ha aprendido Monti este mes: los mercados premian las reformas que buscan el crecimiento y castigan las contrarias. Saben cuál es la verdad de la buena en cuanto la ven'.
La verdad de la buena es en este caso lo contrario de lo que quiere Bruselas, que lo fía todo a la austeridad. Otro párrafo, por si no lo tiene claro todavía: 'Rajoy anunció el lunes 10.000 millones de euros de recortes adicionales en sanidad y educación, menos de dos semanas después de presentar su primer presupuesto repleto de ajustes. A estas alturas, los gobiernos de la periferia deberían tener claro que los mercados no van a premiar el hacer del equilibrio presupuestario un fetiche, a menos que la reducción del déficit vaya acompañada de medidas para promover la creación de riqueza'.
El WSJ le pone de todas formas a Rajoy mejor nota que a Monti, por llevar adelante la reforma laboral pese a 'la ira de los sindicatos y manifestantes, que el mes pasado incendiaron edificios y se enfrentaron a la policía'. Eso en el haber. En el debe, el editorial pone todo esto: impuestos muy altos; subsidios en inmobiliaria y construcción que todavía no se han saneado; burocracia que hace que 'todavía sea más fácil crear una empresa en Colombia que en España'. Y esto 'se nota' en la huida de capital extranjero, con los 96.000 millones que se han ido en once meses, un 40% sólo en diciembre pasado, según los datos del Banco de España'.
También contribuyen a la situación unos bancos que han utilizado el dinero barato del BCE para comprar deuda española 'en lugar de dar créditos a las empresas'. Esta actuación del BCE, que ha mezclado el riesgo soberano con el de los bancos cargados de hipotecas morosas, ha hecho que los inversores 'carguen contra España, le guste a Rajoy o no le guste'. Por tanto, y como conclusión, la recomendación del WSJ es como sigue: 'El BCE no va a rescatar a Rajoy. Si tampoco quiere acabar rescatado en el sentido griego por Bruselas, haría bien en tomarse en serio la recuperación y el crecimiento'.
Medidas de Rajoy 'en la mala dirección'
Si el editorial del WSJ fue escrito antes de Varsovia, el del NYT se redactó antes del Consejo de Ministros de este viernes. El autor habría tenido más munición en la insólita impresciptibilidad de sanción para las cuentas en el extranjero, por ejemplo, que contrasta groseramente con la amnistía fiscal y con un par de indultos personalizados decretados por el Gobierno Rajoy. Todo los bandazos, muchos de ellos en flagrante incumplimiento de sus propias promesas electorales y de la ortodoxia de su doctrina económica, están convirtiéndose en una suma incongruente, incalificable e inaguantable. Dan la impresión cada vez más de ser palos de ciego a la desesperada en busca de rascar unos euros debajo de cada piedra, sin reparar en que todo ello transpira indecisión, provoca desconfianza y sobre todo ahuyenta toda esperanza de crecimiento.
Dice el NYT: 'Sin una vía clara para cuadrar las cuentas, Rajoy ha propuesto unas cuantas en la mala dirección, como reducir la inversión pública nacesaria para mejorar la competitividad y como restringir los fondos para los cursillos de formación, necesarios para lubricar las reformas del mercado laboral. Ahora ha propuesto una segunda ronda de recortes profundos en educación y sanidad. El cercenar la mano de obra de mañana para pagar la burbuja inmobiliaria de ayer no tiene sentido económico'.
Para salvar un poco la cara al presidente, el última párrafo del editorial da una de cal y otra de arena: 'Estos cortes dañinos podrían haber sido menos severos si la Unión Europea hubiera hecho caso del ruego de Rajoy por una mayor flexibilidad presupuestaria a corto plazo. Podrían evitarse si Merkel y sus socios descaminados reconocieran por fin que restaurar la competitividad del sur de Europa, económicamente debilitado, requiere más inversión en reformas y crecimiento y menos aritmética obsesiva centrada en el déficit a corto plazo'.
Desde Zapatero 'nada ha cambiado, sólo los gestores'
La crónica de Victor Mallet en Financial Times, última en el orden cronológico de los textos de las últimas horas que ponen a España en el disparadero, parte del punto en el que se queda el WSJ. Empieza con la rotundidad de Rajoy en Varsovia: 'El rescate de España no es posible, no hay intención, no se necesita y por tanto, España no va a ser rescatada'. Lo dijo con mucho mayor énfasis que el día anterior, aparentemente para tranquilizar más y mejor. Sólo que consiguió el efecto contrario. El título  de 'Surgen dudas sobre los dirigentes españoles' es sólo el anuncio de una descalificación de Rajoy con ribetes tragicómicos, porque el que fuera llamado un día 'bobo solemne' queda mejor que él. Escribe Mallet en el primer párrafo: 'José Luis Rodríguez Zapatero, el socialista que fue anterior presidente del Gobierno español, llevaba más de cuatro años en el poder cuando sufrió en sus carnes el colapso de la confianza internacional en su Gobierno. A Mariano Rajoy, su sucesor de centro-derecha, le han bastado menos de cuatro meses para que se materialicen las dudas'.
A diferencia de los editoriales del WSJ y el NYT, la crónica del FT es menos opinativa, naturalmente. Pero por eso mismo hace más daño la narración de los hechos y la apreciación de las cosas, con citas de expertos. Cuenta cómo Rajoy tomó medidas rápidamente al principio tras 'la mayor victoria electora de la historia' del PP, con recortes, nuevas exigencias a los bancos y una reforma laboral, y cómo la huelga general pasó sin mayores incidentes. Sin embargo, hoy día ya se le nota 'frustrado' y está 'a la defensiva', negando una y otra vez que España necesite rescate. Escribe Mallet con una frase que posiblemente delata su propia decepción: 'Los votantes del PP no pensaban que se iba a llegar a esto, al menos tan pronto'.
Como explicación, Mallet enumera los problemas ya sabidos de déficit y del sector bancario, recuerda el peligro de que se desmanden 'las derrochadoras autonomías' y llega a la conclusión de que  'las malas noticias económicas de la eurozona y los propios errores el Gobierno se han conjurado para minar la credibilidad del Gobierno dentro y fuera'. Lo peor que ha hecho Rajoy, según una opinión de muchos, ha sido retrasar los presupuestos hasta las elecciones andaluzas, con lo que se ha perdido un tiempo precioso para poner en orden las cuentas públicas. Otro error que también señala es la política de comunicación: 'No hay una voz única que explique claramente a los ciudadanos lo que pasa', escribe Mallet citando a un profesor universitario.
El caso es que en estos momentos se está esfumando rápidamente la esperanza y se están diluyendo las expectativas: ''Los sondeos de opinión muestran que los votantes, incluso los del PP, siguen siendo pesimistas sobre la situacion y sobre la capacidad de Rajoy de mejorarla'. Esto lo dice Mallet directamente. Y eso que lo describe de esta forma más apacible: 'A Rajoy, un político gallego de 57 años, nunca se le vieron dotes carismáticas, pero sus seguidores veían en él un gestor competencia que iba a restablecer orden en las cuentas y ganarse la confianza de los líderes europeos y de los inversores extranjeros'.
Pero parece que no. En opinión de otro profesor citado en la crónica, Rajoy por lo menos tiene la legitimidad de la que carece el italiano Mario Monti, pero a la hora de la verdad 'parece que ha copiado a Zapatero de seguir la senda de la mínima resistencia en lugar de promulgar reformas audaces'. Y por eso ''hay un desencanto general..., porque nada ha cambiado, sólo han cambiado los gestores'.
WRR5

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