sábado, 7 de abril de 2012

Las moscas y el clorpirifós en Galápagos

El pasado verano aparecieron por el pueblo unos carteles que ponían que se iba a proceder a la fumigación aérea con insecticida. Ante tal anuncio, procedimos a personarnos en el ayuntamiento y recabar más información al respecto, siendo la primera respuesta por parte de la secretaria cuando se le inquirió sobre el método, que sí, que efectivamente se iba a proceder a fumigar vía aérea. Se le preguntó si el medio aéreo era mediante avionetas, a lo que respondió que sí, de forma dubitativa. Nuestro proceder fue avisar inmediatamente que esa acción está prohibida, según Directiva Europea 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de Octubre de 2009,  a lo que respondieron que,  según ellos,  es legal. 
Extracto de la Directiva 
A los pocos minutos de retirarnos de las instalaciones municipales, se nos comunica que con el término "aérea" querían referirse a pulverizaciones, método indicado por el fabricante para la aplicación de estas sustancias, y que estas pulverizaciones se llevan a cabo tres o cuatro veces al año.
Perplejos ante el nivel de ignorancia de lo que acontece en esta materia por el personal del ayuntamiento, quisimos indagar más al respecto sobre qué sustancia utilizan para realizar estas pulverizaciones. La respuesta obtenida fue que se utiliza el aceite de verano Araoil. 
¿Pero qué es el Araoil? El Araoil -marca comercial- es un insecticida concentrado emulsionable -se utiliza una base aceitosa ya que difícilmente se disuelve en agua- utilizado para combatir plagas como la cochinilla en cultivos cítricos. Está compuesto al 83% de parafina más clorpirifós, la sustancia activa del producto. 

¿Qué es el clorpirifós? El clorpirifós es un insecticida organofosforado cristalino que se utiliza para controlar las plagas de insectos. Se le conoce con muchos nombres comerciales, entre los que figuran: Brodan, Detmol UA, Dowco 179, Dursban, Empire, Eradex, etc. 

Registrado por primera vez en 1965 y comercializado por Dow Chemical Company bajo el nombre comercial Dursban y Lorsban, el clorpirifós llegó en un momento en que fue uno de los plaguicidas domésticos más utilizados en los EE.UU. Ante la inminente regulación de la EPA, Dow acordó retirar el registro de clorpirifós para su uso en hogares y otros lugares donde los niños pueden estar expuestos, y quedó severamente restringido su uso en los cultivos. Estos cambios entraron en vigor el 31 de diciembre de 2001. Sigue siendo ampliamente utilizado en la agricultura, y el Dursban sigue en el mercado para uso doméstico en los países en desarrollo. En Irán, Dow afirma que Dursban es seguro para las personas, y su literatura de ventas afirmó que Dursban tiene "un historial comprobado de seguridad en relación con los seres humanos y animales domésticos".
En 1995, Dow fue multado en EE.UU. con 732.000 dólares por no enviar los informes de la EPA que había recibido 249 casos de intoxicación por Dursban, y en 2003, Dow acordó pagar a EE.UU. $ 2 millones - la mayor multa en hasta la fecha un caso sobre pesticidas - en el estado de Nueva York, en respuesta a una demanda presentada por el Fiscal General para poner fin a la publicidad ilegal de Dow de Dursban como "seguro"
El 31 de julio de 2007, una coalición de trabajadores agrícolas y grupos de defensa presentó una demanda contra la EPA, con el objetivo de acabar con el uso agrícola del clorpirifós. La demanda alegó que el uso continuado de clorpirifos poseía un riesgo innecesario para los trabajadores agrícolas y sus familias.
En agosto de 2007, las oficinas de la India de Dow fueron intervenidas por las autoridades indias por supuesto soborno a funcionarios para que el clorpirifós pudiera ser vendido en el país.
En 2008, el National Marine Fisheries Service (NMFS) impuso una zona de amortiguamiento alrededor hábitat del salmón de 1000 pies para proteger el salmón en peligro de extinción y las especies de trucha arco iris. Las aplicaciones aéreas de clorpirifos se prohíben dentro de estas zonas.
Como en casi todos los casos de empresas fabricantes de fitotóxicos, las campañas opacas y la falta de información verídica están siempre a la orden del día. Toda la información que ofrece el fabricante es de su propia factura, dejando al producto casi como milagroso e inócuo para el medio ambiente y los seres vivos. Pero la verdad siempre es otra, como ya hemos visto en el caso del glifosato. El clorpirifos es un organofosforado, con potencial para toxicidad aguda en mayores cantidades y los efectos neurológicos en el feto y los niños, incluso en cantidades muy pequeñas. Para los efectos agudos, la EPA clasifica el clorpirifos como Clase II: Moderadamente tóxico. Investigaciones recientes indican que los niños expuestos al clorpirifos en el útero tienen un mayor riesgo de retrasos en el desarrollo mental y motor a los 3 años y una mayor incidencia de trastornos generalizados del desarrollo como el TDAH. Un estudio anterior demostró una correlación entre la exposición prenatal al clorpirifos y el menor peso y menor perímetro craneal al nacer.
Un estudio de 2010 encontró que cada aumento de 10 veces en la concentración urinaria de metabolitos organofosforados se asoció con un aumento del 55% al 72% en las probabilidades de padecer el TDAH en los niños.
Los estudios han mostrado evidencia de "déficit de trabajo, índice de memoria y el coeficiente intelectual a plena escala en función de la exposición prenatal a la ACB medido cuando los niños alcanzan 7 años de edad."
La intoxicación por clorpirifos ha sido descrita por los científicos de Nueva Zelanda como la causa probable de la muerte de varios turistas en Tailandia que desarrollaron miocarditis en 2011. Los investigadores tailandeses no han llegado a ninguna conclusión sobre la causa de la muerte, pero mantienen que el clorpirifos no era responsable, y que las muertes no estaban relacionadas.
Un estudio de 2011 sobre los efectos neurotóxicos de clorpirifos mostró que el clorpirifos y su metabolito más tóxico oxon-clorpirifos, altera las tasas de disparo en el locus coeruleus. Estos resultados indican que los pesticidas pueden estar implicados en Síndrome de la Guerra del Golfo y otras enfermedades neurodegenerativas. Además de toda esta evidencia, el clorpirifos es altamente tóxico para los anfibios, y un estudio reciente de la Encuesta Geológica de Estados Unidos encontró que su principal producto de degradación en el medio ambiente, clorpirifos Oxon, es aún más tóxico para los animalesLa sustancia es muy tóxica para la acuicultura (peces) y para las abejas. 
El clorpirifós está prohibido en EEUU. 
Vista toda la información que poseemos al respecto, nos preguntamos si merece la pena seguir envenenando nuestro medio ambiente y exponernos a enfermar por el solo hecho de combatir unas moscas en verano. Creemos que el equipo de gobierno de Galápagos debería involucrarse más en el cuidado de nuestra salud y el entorno, pero vista la respuesta ante la moción contra el uso del glifosato, entendemos que la desidia y el negacionismo es la marca oficial de nuestros gobernantes. C.E.

CLORPIRIFOS

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