La conciencia y el Homo Sapiens

Los hechos acontecidos durante la tarde de ayer en el colegio Clara Sánchez no son, ni mucho menos, habituales en este centro. Si bien ha habido algún problema de convivencia, nunca se había tornado de este cariz. 

Según la información que hemos podido recabar, los hechos comenzaron en el comedor, cuando el hijo de los atacantes comenzó a insultar y arrojar cubiertos -entre ellos un tenedor- sin conocer aún el motivo a otro niño usuario del servicio. Inmediatamente se procede a separar a los niños y el director, vista la situación e informado por el personal, decide rellenar un parte de actuación. Instantes después, el padre y la madre -que se encontraban en el centro asistiendo a una entrevista con el tutor del alumno- se acercan hacia donde se encontraba el director en esos momentos -el hall de conserjería- profiriendo gritos y agravios. Sin otro comentario más por parte del director que el de desistir de mantener una conversación bajo esos términos amenazantes, la madre le agarra del brazo mientras el padre comienza a darle puñetazos en la cara y estómago, a la vez que ella comienza a agarrarlo por el cuello dejándole las marcas de las uñas en el mismo. Ante esa situación, los demás profesores comienzan a intentar liberar al director de la manos de los atacantes, y tres miembros del centro reciben empujones e insultos. Inmediatamente el director da la instrucción de llamar a la Guardia Civil, momento en el cual la pareja de agresores decide abandonar rápidamente las instalaciones. La patrulla de la Guardia Civil se persona en el centro escolar junto con una ambulancia para asistir a las víctimas de las agresiones,  las cuales se encontraban en un estado de ansiedad.

Durante la concentración, la secretaria informó que se había producido una agresión en el centro y que próximamente entregarían una circular informando más en detalle. Los agredidos seguirán el protocolo de actuación legal según el departamento jurídico de la delegación de Educación de Guadalajara.

La lectura que obtenemos de este lamentable episodio es que pareciese que algunas personas han perdido todo respeto por sus prójimos y vecinos, olvidando la objetividad de los hechos y queriendo imponer la violencia a la razón. Todos los días vemos en los medios de comunicación agresiones y maltratos, ya sea de género, hacia médicos, maestros, hacia los niños o a cualquier colectivo. Lamentablemente asistimos a estos hechos con la piel por escudo y los ojos insensibles, con un sentimiento de acostumbramiento antinatural y la idea de que "eso nunca me va a pasar a mí". Pero pasa, y cada vez con mayor frecuencia. Y yo, personalmente, como vecina y madre de niños que asisten a este centro, me he estado preguntando el porqué. Por qué miramos hacia otro lado cuando nos encontramos ante una situación como ésta, por qué nos hemos acostumbrado a recibir este tipo de noticias, por qué cada día nuestros hij@s no respetan a sus maestros, a sus compañer@s, a sus médic@s, a sus vecin@s... Y la respuesta la encontramos en nosotros mismos, mirando introspectivamente y analizando nuestras palabras y acciones de la manera más sincera. Nuestros hijos e hijas no respetan porque nosotros como padres y madres no respetamos. Nuestros hijos insultan a sus profesores porque nosotros los insultamos. Nuestros hijos e hijas crecen en medio de un mar de improperios, de críticas, de demostraciones de "chulería" ante todo lo que no piensa o actúa como nosotros deseamos. Nos creemos en el derecho de defender a nuestros hijos ante todo, sin dar opción al diálogo y a la mediación, pero nos olvidamos las formas. Nadie aquí pretende volver al modelo de educadores que castigaban a los alumnos físicamente, nada de eso. Lo que nos hemos olvidado es que todos nos merecemos el mismo respeto y la consideración que nos es inherente al formar parte de esa extraña especie llamada "Homo Sapiens".  Homo; hombre, sapiens; que piensa. ¿Realmente estamos usando esa parte de la conciencia que Dios,  para algunos o Darwin,  para otros, nos ha regalado? ¿Somos conscientes de la realidad que nos rodea o estamos bajo un estado de psicosis tal que vemos solo lo que queremos ver, sin importar ni diferenciar el bien del mal?

Os dejo esta pregunta para que meditemos. Os dejo la definición de conciencia, a ver si somos conscientes de que esto no puede seguir así. 

consciente.

(Del lat. conscĭens, -entis, part. act. de conscīre, saber perfectamente).

1. adj. Que siente, piensa, quiere y obra con conocimiento de lo que hace.

2. adj. Dicho de una cosa: Que se hace en estas condiciones.

3. adj. Con pleno uso de los sentidos y facultades.