Acostumbrado a regalos de más nivel, como los famosos tres trajes que le
llevaron a juicio, el ex presidente valenciano Francisco Camps recibió hace pocos días un obsequio nada agradable que no ha podido digerir.
Sucedió el pasado viernes, en el Club de Tenis Valencia, uno de los
pocos lugares donde el ex jefe del Consell hallaba una cierta
tranquilidad tras la tormenta del caso Gürtel. Al menos, hasta ahora…
Camps llegó al Club de Tenis como siempre: sin levantar polvareda e
intentando ser discreto. Acudió a una de las pistas más escondidas para
pelotear un rato y, cuando se cansó, volvió al vestuario y se dio una
buena ducha. Al regresar a su taquilla para vestirse de calle, el ex
presidente observó con horror cómo alguien había puesto un taburete
delante de sus enseres personales y, como guinda, un excremento humano. “Una mierda recién cagada”, si reproducimos la frase de un miembro del Club de Tenis que tuvo acceso a tan repugnante escena.
La indignación de Camps no se hizo esperar. Llamó a uno de los
responsables del Club de Tenis y, aunque la institución pretende
llevarlo todo con la máxima discreción, ya se ha abierto un parte al
respecto. Hasta el momento, sólo se sabe que el “regalo”, brillante y escatológica metáfora de la gestión del ex presidente, corrió a cargo de algún socio que, ciertamente, no debe tener demasiado aprecio por Paquito, como llaman a Camps en el Tenis Valencia.
El ex presidente valenciano empezó a frecuentar el club cuando era
concejal de Tráfico bajo las órdenes de Rita Barberà. Camps pudo acceder
como socio a pesar de la larga lista de espera del Club de Tenis y del
desembolso económico que supone –unos 24.000 euros por cabeza- gracias a
su matrimonio con Isabel Bas, cuya familia pertenece al club desde hace
décadas.
Cuando accedió a la presidencia de la Generalitat, Camps hizo del Club de Tenis Valencia una especie de palacio de invierno donde organizar reuniones discretas y cerrar asuntos delicados. Poco a poco, el Club de Tenis se fue convirtiendo en una cantera de cargos para el Consell:
de las elitistas pistas han salido personajes como el ex conseller de
Sanidad, Manuel Cervera, o la actual delegada del Gobierno y ex
vicepresidenta con Camps, Paula Sánchez de León, así como segundos
espadas de peso, como José Clérigues y Pilar Viedma Gil de Vergara.
En dirección contraria, acceder al Club de Tenis se convirtió en un
aumento de prestigio para determinados miembros del Consell. El ex
vicepresidente Vicente Rambla accedió saltándose la lista de espera, lo
que le granjeó cierta animadversión entre la jet set de la capital valenciana.
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