Vista de una casa rodeada de monte quemado en Macastre, Valencia. | Efe
- Los ecologistas ya alertaron de los peligros que corría el monte valenciano
- Aseguran que el Consell redujo las partidas económicas para la prevención
- El Gobierno valenciano niega, sin embargo, que haya reducido el presupuesto
- La Generalitat cambió la Ley Forestal para reclasificar suelos quemados
Hace apenas unas semanas, Valencia sufrió uno de los peores incendios que se recuerdan en años. Más de 50.000 hectáreas fueron arrasadas por el fuego
y un piloto de helicóptero murió mientras trataba de sofocar las
llamas. Miles de valencianos vieron con impotencia como el fuego
avanzaba sin descanso día tras día, devorando sus tierras y cosechas.
Los efectivos, desbordados ante la situación, tardaron casi 20 días en
extinguir los distintos focos del incendio.
Meses antes, las asociaciones ecologistas habían alertado del peligro que suponía para los terrenos forestales de Valencia los recortes presupuestarios aplicado por la Generalitat en prevención y extinción de incendios.
¿Recortes en los últimos años?
Desde que comenzó la crisis, según ecologistas y grupos de la oposición, el gobierno valenciano ha ido reduciendo progresivamente las partidas económicas destinadas a la prevención y extinción de incendios forestales.
En marzo de 2010, el entonces conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, despidió a 60 vigilantes forestales.
Sin embargo, con el dinero ahorrado, compró 115 nuevos todoterrenos "de
lujo". Estos nuevos vehículos, inadecuados para los trabajos de las
brigadas forestales, sustituyeron a los vehículos de contrato de
arrendamiento financiero, cinco veces más baratos.
Unos meses después, salía a la luz que el Consell había destinado 2,5
millones del programa "Emergencias, Protección Civil y Extinción de
Incendios", a subvencionar a la fundación que organizó la visita del Papa en julio de 2006. Para colmo, los bomberos valencianos acumulaban en ese momento impagos por valor de 21 millones de euros.
Por último, este año, Serafín Castellano, actual conseller de
Gobernación, anunció que la campaña contra incendios del verano se vería
afectada por un nuevo recorte de 10 millones de euros. Mil personas dejarían de trabajar desde entonces en las labores de prevención y extinción.
Desde el Ejecutivo autonómico, sin embargo, contrarrestan las críticas con números. Castellano apuntó hace un mes en las Cortes que, con 19,8 millones de euros,
el presupuesto para prevención es un millón superior al del último
ejercicio. E insistió en que, ni siquiera más medios humanos y
materiales habrían permitido detener el avance de las llamas: "Según los técnicos, se encontraban fuera de la capacidad de extinción".
Modificación de la Ley Forestal
No obstante, el pasado año, el Consell cambió la ley Forestal autonómica para introducir la posibilidad de reclasificar suelo afectado por un incendio,
siempre "en determinadas excepciones y para proyectos que sean
declarados de interés general". Hasta entonces, la ley nacional y la
valenciana impedían variar el uso de los montes quemados hasta pasados 30 años.
Con esta medida, la Conselleria de Territorio que dirige Isabel Bonig ha podido dar cobertura legal a la ampliación del vertedero de Dos Aguas,
que quedó paralizada debido a que una parte de la instalación afectaba
precisamente a terrenos forestales quemados en años anteriores.
Según 'Ecologistes en Acció',
la modificación de la ley ha tenido como principal objetivo legalizar
precisamente el vertedero de Dos Aguas. Después de los incendios, y tras
la modificación de la ley, este vertedero, el más grande de la Comunidad Valenciana, podrá ser ampliado en lo que antes era suelo no urbanizable y protegido por la Unión Europea.
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