Una cosa son los presupuestos iniciales, la previsión de lo que una
Administración va a gastar, y otra la ejecución, es decir, lo finalmente
gastado. En el caso de la sanidad madrileña, todos los años suele haber
sorpresas: desviaciones de hasta 1.000 millones de euros al alza
—un 15% en los de 2009, por ejemplo—. Las cuentas del Servicio
Madrileño de Salud (Sermas), el ente del que dependen todos los
hospitales y centros de salud madrileños, esconden este año otra
sorpresa más abultada de lo habitual: un aumento de la cantidad
destinada a pagar los conciertos con la sanidad privada de un 25,4%. Si
el presupuesto inicial del artículo 25 (asistencia con medios ajenos)
era de 513,4 millones de euros, el final aumentó hasta los 643,7
millones. Es decir, algo más de 130 millones que no estaban previstos.
Este dato procede de la información sobre las cuentas anuales que el
Sermas entregó a los miembros del consejo de administración el 21 de
junio pasado y a la que ha tenido acceso este diario. Unas cuentas que
son prácticamente secretas puesto que se quedan sin fiscalizar en el
parlamento regional. El Gobierno no da cuenta de cuatro de cada 10 euros
del presupuesto regional, puesto que no entrega a la cámara la
liquidación anual. El control parlamentario de ese gasto público es inexistente.
La única manera de conocer, aunque solo a grandes rasgos, si se ha
cumplido el presupuesto inicial es consultar la memoria del Sermas, que
ofrece datos de grandes partidas, pero sin desglosar conceptos. La de
2011 aún no está publicada: solo los consejeros recibieron en junio
pasado un resumen —incompleto: hay puntos que remiten a otros que no
existen— de seis páginas que incluye, entre otras cosas, el 25% de
desviación al alza del dinero destinado a conciertos.
Las cuentas de la sanidad madrileña
E. G. S.
El presupuesto inicial del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) fue
en 2011 de 6.877 millones de euros, a los que posteriormente se
añadieron 320 millones más. Los hospitales y centros de salud
consumieron finalmente 7.197 millones de euros. Con respecto al
presupuesto final de 2010, se produjo un descenso del 4,9%.
El porcentaje sobre el total de los gastos destinados a financiar la
asistencia concertada disminuyen, pero debido a un cambio de
contabilidad: en 2011 el presupuesto de los hospitales empresas públicas
se traslada al capítulo 8 “por motivos presupuestarios”, afirman en
Sanidad, sin precisar más.
Entre 2007 y 2010, el peso de la sanidad concertada prácticamente se duplicó.
Pasó de suponer el 9,6% del presupuesto a un 17,3%. En 2011, según la
información aportada en el consejo de administración del Sermas, baja al
8%, pero porque los nuevos hospitales (de gestión mixta pública
privada, como el de Vallecas o el del Tajo) ya no computan. El capítulo 8
pasa de manejar 17 millones de euros en 2010 a 741 en 2011.
La Consejería de Sanidad justifica esa modificación de 130 millones
en tres cuestiones. La primera es el Hospital de Torrejón. “Se incorporó
el pasado año y estaba contemplado en los presupuestos de la Dirección
General de Infraestructuras, no del Sermas. Al entrar en funcionamiento,
se hace una modificación presupuestaria y se incorpora al Sermas, con
el consiguiente incremento en la partida”, explica un portavoz. Los
presupuestos de 2011 le destinaban 26,9 millones. Es imposible saber si
se pagó eso, más, o menos. “Otras causas son la actualización del IPC en
los contratos sobre el previsto inicialmente y la liquidación con los
centros de gestión privada que atienden más población de la que estaba
contemplada en ese año”, añade el portavoz de Sanidad.
Una treta legal permite al Gobierno de Esperanza Aguirre guardarse
para él el desglose de las cuentas del Sermas. La liquidación solo se
envía a la intervención general y a la Cámara de Cuentas. No se publica
en ninguna parte; un ciudadano no podría consultarla. El Sermas es un
“ente especial de derecho público” y como tal la Ley de Hacienda vigente
no obliga a presentar su presupuesto en la cuenta general de la
Comunidad de Madrid, que es la que se fiscaliza en el Parlamento
regional. Esa ley es de 1990: entonces el Sermas ni siquiera existía. La
Cámara de Cuentas (órgano de control del sector público de la
Comunidad) ha afirmado en sus informes de fiscalización que “sería
deseable” incluir los entes especiales como el Sermas entre los que
deben presentar información detallada.
“Que la información sobre el cierre de cuentas del Sermas sea esta
muestra falta de respeto a las instituciones… y lo inútil de tener un
órgano como este consejo, meramente formal”, opina el diputado
socialista José Manuel Freire. “El Gobierno considera las reuniones como
un mero trámite; sus miembros no merecen tener el informe completo. Van
de oyentes, como en Caja Madrid”, añade, y critica que el Gobierno
apruebe unos presupuestos que después cambia “a través de modificaciones
arbitrarias”. “El incremento clandestino de los conciertos supone dar
más recursos para el sector privado”, señala. elpais.es R1N
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