Bankia: el rescate se juega también en la red
El 15MpaRato, una iniciativa impulsada por personas y colectivos vinculados al 15M, ya solicitó la intervención judicial de Bankia y la quiebra de la entidad en la querella que presentó ante la Audiencia Nacional en junio, pero ha vuelto a la carga esta semana, unos días antes de que se celebre hoy la primera vista conjunta con UPyD. Sus razones y estrategia están explicadas en su página web. Es un asunto complejo, pero en resumen busca un camino a la islandesa: que el banco pase a jurisdicción del juez y que éste liquide la entidad, que entraría en concurso de acreedores. “La intervención judicial es literalmente lo único que puede salvarnos de la ruina”, afirma el abogado de la causa, Juan Moreno Yagüe, @hackbogado en la red, en un video clarificador para los profanos en leyes y economía. Según argumenta, si el juez ordenara la quiebra de Bankia no podrían inyectarse en la entidad los 55.000 millones de euros a los que podría llegar el rescate –a menos que no se destinaran a garantizar los depósitos de los ciudadanos- porque la quiebra se basa “en el principio de igualdad de pérdidas por parte de los acreedores”. Explicado así, se trata de una sencilla regla de tres: La quiebra evitaría la entrada de dinero. Si el gobierno ya no tiene motivos para el rescate, ¿cómo justifica entonces los recortes y las medidas de austeridad?
#LiquidarBankia es la última de las ofensivas que ha llevado a cabo el 15MpaRato desde que lanzó el 23 de mayo pasado la campaña para juzgar por estafa y falsedad contable, entre otros delitos, a los responsables de esta entidad financiera en el momento de su salida a bolsa. Más allá de las repercusiones que pueda tener, resulta interesante recordar y analizar cómo se ha articulado desde Internet, un elemento fundamental de su estrategia y del éxito que ha tenido hasta ahora. “Esta campaña no se puede concebir sin la red, ya que ha sido su altavoz y su medio, y ha demostrado la madurez del 15M trabajando en red de forma distribuida”, opina uno de sus numerosos miembros.
Internet ha sido su medio, entre otras cosas porque cada una de las batallas se ha diseñado y organizado con la ayuda de PADs, una herramienta online de trabajo colaborativo muy eficaz para coordinarse en grupo en tiempo real. Ha sido su altavoz, porque se ha llevado a cabo una incisiva estrategia comunicativa e informativa postmedia a través de blogs, plataformas y twitter. No solo se han difundido textos propios (como la querella) y traducido al lenguaje llano documentos ilegibles (como el memorándum), también, y haciendo gala de una capacidad de síntesis que seguramente tendrá mucho que ver con el hábito de los tuiteros de expresar ideas complejas en un máximo de 140 caracteres, se han promovido con claridad y frescura las ideas básicas para ser difundidas por la red (por ejemplo y en el caso de #liquidarBankia: “Si el juez decide #liquidarBankia, ellos tienen un problema y nosotros la solución”; “Si se interviene Bankia se cortocircuitan las razones para el rescate y los recortes a la ciudadanía. SOLUCIÓN: #liquidarBankia”;“¿Para qué no quiebre los bancos tienen que quebrar los ciudadanos y los Estados?”)
Que la campaña está siendo un éxito lo demuestra que haya conseguido en un tiempo récord algunos objetivos para los que pensaba armarse de paciencia: la recogida de la información necesaria o el compromiso de respaldar o personarse en la querella por parte de medio centenar de accionistas (los plazos previstos, si no me equivoco, eran a un año vista). Otro dato, más relevante si cabe por lo que supone de movilización ciudadana rápida en la red y participación activa y comprometida: el #Ratofunding, la recogida de fondos a través de una plataforma de crowdfunding para financiar la querella, superó el 5 de junio pasado las previsiones más optimistas: se consiguieron 18.000 euros -se pedían menos- en menos de 24 horas y eso que los servidores cayeron durante unas horas. Sorprendió a todo el mundo, reconoce un miembro de la iniciativa, tanto que la plataforma que se utilizó, goteo.org, no estaba preparada y colapsó. “Goteo se murió de éxito”, afirma. La misma plataforma explicó más tarde en un comunicado que no esperaba el alud de visitas (11.700 en la primera hora) ni que se consiguiera en menos de un día los objetivos para los que se habían previsto seis.
El éxito de la colaboración ciudadana se puede valorar también en la medida en que los hashtags que se han lanzado desde entonces –el primero, #15MpaRato, se ha seguido con muchos otros, siempre jugando con el apellido de Rato con ingenio- han sido trending topic en España en menos de quince minutos y algunos, a nivel global. La línea de investigación en Social Media del centro tecnológico Barcelona Media, miembro de la red Tecnio, ha analizado el tráfico de las tres etiquetas que se lanzaron esta semana #liquidarBankia, #liquidarelmemorandum y #quesejodaelmemorandum, este último coincidiendo con la firma del memorándum. Las dos últimas generaron menos seguimiento tras la avalancha inicial de #liquidarBankia, pero mucho en todo caso: 8.267 tuits escritos por 9.914 usuarios y 11.288 escritos por 5.054, respectivamente. Ambos fueron también TT hasta pasado el mediodía, según Tweet Trendings. La suma total de los tres días de campaña es de 39.153 tuits escritos por 16.210 usuarios. El tagcloud (nube de etiquetas) que han elaborado reproduce los términos más usados en los tuits (excluyendo las palabras que forman los hashtag).
La campaña, de hecho, es tan digital que creo que sólo ha tenido dos momentos, aunque importantes, en el mundo offline. El primero, cuando se gestó, durante la celebración del 12M15M en plaza Catalunya coincidiendo con el primer aniversario del movimiento, en la que se decidió pasar a la acción y poner en marcha el llamado “plan de rescate ciudadano”, que establece cinco ejes de trabajo y objetivos concretos. El segundo fue la presentación de la querella ante la Audiencia Nacional. Entonces los responsables del equipo jurídico y algunos miembros de colectivos que integran la iniciativa (como RedesDry, la PAH, los Iaioflautas, Xnet, Madrilonia o la plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, entre otros) tuvieron que desplazarse físicamente a Madrid desde Sevilla y Barcelona. No se olvidaron del mundo virtual. Tuitearon en ruta (“Camino de Madrid con @hackbogado. Empieza el mambo… “, escribió @SuNotisima, del equipo jurídico); de regreso a casa (“De viaje de vuelta. De Madrid al cielo, querella pa’rato, lo vamos a conseguir #iaioflautasontheroad”, escribieron los @iaioflautas), y retransmitieron la llegada a la audiencia y la conferencia de prensa posterior en streaming vía Bambuser.
Como otros cerca de 4.500 usuarios más, seguí lo que pasaba en Madrid desde casa y ante el ordenador. Tuiteé tres frases de lo que se dijo. La primera, la de una afectada de 62 años que perdió todos sus ahorros (“No hay palabras en el diccionario para describir mi estado de hartazgo”). La última, la de @Toret, de Xnet (“Los ciudadanos demostramos que desde abajo en red conseguimos lo que queremos si nos organizamos. Solos nos podemos rescatar”). La del medio, una de @hackbogado, que me llamó mucho la atención: “Tenemos que estar en las calles, pero también tenemos que hacer un hackeo jurídico”.
Especulo, quizá, pero podría añadirse, pues, que si la red es el medio y el altavoz de la iniciativa contra Bankia, también el equipo jurídico ha echado mano de la filosofía hacker, esa de buscar soluciones a los problemas por la puerta de atrás, para enfocar su estrategia legal. Traducido, y según me contó @bufetalmeida, el “hackeo jurídico” implica dar la vuelta a las leyes y aprovechar los “bugs” que puedan tener, como se llaman en la jerga informática a los fallos de seguridad o defectos de programación del código. Un ejemplo sencillo de ello es seguramente el hecho de que el 15MpaRato presentara la querella como acusación particular aunque el espíritu sea colectivo, una táctica procesal para ahorrarse la fianza que se exige a una acusación popular (UPyD pagó 20.000 euros).
Otro símil que han empezado a utilizar los abogados es el del ataque DDoS (las siglas en inglés de ataque distribuido de denegación de servicio), que, explicado de manera muy simple, supone colapsar un servidor con un exceso de información, una técnica que ha utilizado en varias ocasiones el colectivo Anónimo. (“Tras admitirse la #QuerellaPaRato, ya podemos seguir con 1.Ampliación penal d la misma, 2.DDoS procesal. Un final d mes movido #JuzgamosARato”, tuiteó @SuNotisima el 10 de julio pasado). La metáfora refleja bien esa simbiosis profunda entre calle y red que distingue en general al 15M, pero ha dado pie a algún malentendido: hay quien la ha interpretado al pie de la letra y ha publicado que la campaña se proponía colapsar la web de Bankia, y no es el caso. Aplicada a un proceso judicial, sugiere que el 15MpaRato se plantea saturar la justicia con denuncias y que su campaña legal no acaba con Bankia. La petición de liquidar la entidad y el anuncio de que unirán fuerzas con la iniciativa OpEuribor para impugnar totas las hipotecas suscritas por la entidad bancaria va seguramente en este sentido. Como avisan en su web: “Uno a uno, gota a gota. Rato a Rato, Fabra a Fabra”.
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