De nuevo los miembros de las Fuerzas Armadas sentimos en toda su
intensidad los nuevos recortes que el Gobierno realiza para toda la función
pública. No en vano, desde el comienzo del “reconocimiento” de la crisis hemos
sufrido ya varios recortes que no han hecho más que agravar una situación que
ya venía siendo complicada debido a las enormes carencias que en derechos y
en capacidades de reivindicación veníamos padeciendo y que precisamente
estamos intentando paliar.
Los militares hemos demostrado, y seguiremos haciéndolo, nuestra capacidad
de solidaridad y de altruismo, que no sólo lo llevamos a cabo en nuestro
quehacer diario sino también en la respuesta firme y callada ante los recortes
que hemos venido sufriendo hasta la fecha. Hemos sido, pacientes, tolerantes,
solidarios y firmes en estas convicciones de altruismo y de arrimar más aún el
hombro cuando toca; pero estas capacidades de aguante tienen un límite.
Nuestras familias y nuestra propia dignidad no permiten que seamos tratados
como comodines de valor infinito. Una utilización interesada de nuestra
situación que se ve agravada además por la escasa o nula intervención del
Gobierno en tratar de paliar esta imagen, que tras estos recortes, muestra un
funcionariado que más que estar realizando un esfuerzo solidario parece estar
pagando un castigo por un estado de cosas que para nada se corresponde con
la labor callada y constante, que nunca es echada de menos cuando la
situación social es boyante.
Arremeter contra el funcionariado, contra los militares, de esta forma unilateral
desde una clase política que día tras día nos ilumina con bajezas, desaires y
falta de ideas para afrontar esta situación, no nos merece gran respeto –salvo
el obligado por nuestra “función-.
Desde AUME no vamos a quedarnos con los brazos cruzados mientras se nos
hace pagar por algo que no hemos hecho y se nos trata como a unos “cabezas
de turcos”, desde en una situación compleja que ni los que nos han prometido
solucionar con ciertas medidas, ahora, tras la confianza depositada en ellos,
modifican las reglas de juego con unos recortes que además negaron que
fueran a realizar.
AUME se va a sumar a toda iniciativa ciudadana que plantee la defensa de
unos derechos que nunca hemos debido de perder, porque derechos
conquistados son ya algo inherente a la condición de ciudadanía.
AUME va a incrementar su apuesta por los desarrollos normativos aún
pendientes para evitar recortes en derechos y que los militares nos veamos de
nuevo sometidos a un sistema que no entiende de participación, colaboración y
acuerdo.
AUME apuesta por un Consejo de Personal con la fortaleza suficiente para
abordar desde el mismo todos los cambios que están suponiendo una pérdida
de expectativas tanto profesionales como remunerativas.
AUME va a aumentar su reivindicación para una reforma de la Ley de la carrera
militar en profundidad para que los actuales cambios y recortes no hundan aún
más la situación profesional y familiar de los miembros de las Fuerzas
Armadas. No sólo la reforma ha de hacerse en profundidad sino que se tiene
que poner en marcha cuanto antes debido precisamente a esta crítica
situación.
AUME no va a dejar de lado a las clases más desfavorecidas de las Fuerzas
Armadas, precisamente por su vulnerabilidad en las posibles no renovaciones
de los compromisos. No es entendible que un militar que se ha jugado la vida
en una guerra e incluso habiendo resultado herido, se le pueda dejar en la
“calle”, sin protección alguna en un entorno ciertamente hostil.
AUME va a llamar a movilizarse a todos los compañeros a través de las
manifestaciones que legalmente se convoquen desde las plataformas de
funcionarios o plataformas ciudadanas, para la defensa de los derechos e
intereses legítimos que nunca pueden ser una moneda de cambio para paliar
situaciones que nuestros dirigentes no son capaces de controlar.
AUME realizará cuantas acciones estén encaminadas a la defensa de sus
afiliados y de los militares en general. Defensa que supone no admitir más
rebajas ni recortes de su actual situación, social, económica, familiar y de
derechos. Las Fuerzas Armadas y sus componentes no son insensibles ni
pueden permanecer pasivos ante cualquier medida, cualquier recorte, cualquier
acción, simplemente por el hecho de ser el colectivo que menos herramientas
tiene para defenderse de semejantes injerencias en su ámbito de dignidad.
AUME va a denunciar públicamente todos aquellos gastos superfluos que en el
ámbito de las Fuerzas Armadas aún se continúan permitiendo. Celebraciones
de patronos, aniversarios, tomas de mando, aniversario de promociones,
utilización de pabellones de cargo, utilización de vehículos oficiales,
despedidas de promociones, bodas de plata, juras de bandera civiles,
participación en fiestas religiosas, etc., son gastos superfluos, que son
radicalmente inadmisibles en la actual situación de crisis y ante la rebaja de
nuestros sueldos.
AUME va a proponer acciones encaminadas al ahorro en la Fuerzas Armadas,
entre las que destaca la racionalización de horarios para reducir el gasto en
combustible, alimentación, agua, calefacción, aire acondicionado y otros gastos
que debido a las jornadas partidas se disparan en las instalaciones militares.
AUME va a ser totalmente beligerante contra todas aquellas medidas que sin
suponer un ahorro económico supongan pérdida de derechos conquistados. LV5
Madrid, 13 de julio de 2.012
Reacción del Gobierno ante el comunicado de AUME:
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