El Ministerio de Empleo difundió datos confidenciales sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) que prepara el PSOE
para reducir drásticamente su plantilla, una información de carácter
privado que legalmente solo puede darse a conocer a las partes
interesadas.
El PSOE registró el viernes 22 de junio ante Empleo el documento en
el que informaba de la apertura de este proceso, con la explicación
pertinente (toda compañía que hace un ERE debe especificar los motivos
económicos, técnicos u organizativos). Más tarde, un texto de dos
páginas con los principales datos del ERE del PSOE fue enviado desde el
correo de la propia ministra, Fátima Báñez, a un periodista al menos, según una copia de este mensaje al que ha tenido acceso este diario.
Un portavoz de Empleo niega esta información con rotundidad, asegura
que “la ministra no ha enviado esa información” y que, además, “el
ministerio no pasa nunca ese tipo de informaciones”. Sin embargo, el
archivo adjunto con un documento titulado 'Nota sobre las medidas de
regulación de empleo (despidos colectivos, suspensión de contratos y
reducciones de jornada) presentadas por el PSOE el viernes 22 de junio'
fue remitido desde el correo de Fátima Báñez el día 25.
El diario La Razón anticipó en portada la noticia del ERE socialista
en su edición impresa del 25 de junio. Sin embargo, el mismo periódico
publicó el día 26 otra información titulada El ERE del PSOE afectará a
más de 180 trabajadores. Esta última noticia era mucho más rica en
detalles y recogía datos sobre la reducción de plantilla que prepara el
principal partido de la oposición, usando expresiones literales del
citado documento remitido desde el correo de la ministra de Empleo.
El PSOE, decía esa información —y dice el documento de Trabajo—, está
poniendo en marcha “un procedimiento de despido colectivo, de
suspensión de contratos y la reducción de jornada” y una “reforma de la
estructura federal, autonómica, provincial y municipal debido a la
disminución de ingresos de los últimos años intentándose equilibrar los
presupuestos y corregir —en los supuestos en que sea preciso— el déficit
existente”. Alrededor de 186 trabajadores se verán afectados por los
despidos y prejubilaciones, en diferentes comunidades autónomas, y unos
61 verán sus contratos suspendidos o la jornada reducida.
Los documentos justificativos de los ERE suelen contener información
sobre la situación económica de la empresa que lo aplica y su estrategia
de futuro, y legalmente solo se pueden trasladar a los agentes
afectados. Por eso suele hacerse llegar a los representantes sindicales,
pero no puede darse a personas ajenas ni entidades porque a menudo
contiene datos confidenciales que no debe conocer la competencia, por
ejemplo. Es propio de la profesión periodística intentar saltar esas
barreras y lograr así informaciones exclusivas, dentro de la habitual
labor de un medio de comunicación; pero la autoridad laboral incumple
las normas si filtra los datos, y en este caso es la propia ministra,
del PP,
quien lo hace —según los documentos a los que ha tenido acceso EL
PAÍS—, y a propósito, precisamente, de los despidos del partido
adversario.
El PSOE alega causas económicas para defender la necesidad de reducir
plantilla, debidas a “la disminución de subvenciones públicas
nacionales y autonómicas, derivadas de los resultados electorales, así
como de las derivadas del recorte del 20% de las subvenciones a todos
los partidos políticos”. Las subvenciones, explica el documento,
representan entre un 70% y un 80% de los ingresos del partido, y el
restante 20% procede de las cuotas de afiliados, parlamentarios y cargos
públicos.
El partido, que prepara otras medidas de contención de gasto, precisa
que la selección de trabajadores afectados por el despido colectivo
atenderá a criterios como el de edad: serán despedidos en primer lugar
los trabajadores cercanos a la edad de jubilación o jubilación
anticipada y, en segundo, los más jóvenes “siempre que no concurran
causas de experiencia profesional o cualificación”.
El secretario de Organización del PSOE, Óscar López,
recalcó hace unos días que no desvelaría los términos del ERE, si bien
adelantó dos “condiciones que no son negociables”: que lo acordará con
los representantes sindicales y que el PSOE no aplicará “nunca” la
reforma laboral del Gobierno, que reduce las indemnizaciones. elpais.es
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